El Rojo igualó sin goles con el conjunto de Junín en el Estadio Eva Perón y podría terminar la fecha fuera de los puestos de clasificación a la Copa Sudamericana.
Sarmiento e Independiente no se sacaron diferencias y empataron 0-0 por la 20° jornada de la Liga Profesional. Un resultado acorde al trámite del juego, que de poco les sirve en sus respectivas luchas y deja más dudas que certezas de cara al final de la temporada.
Lo de Independiente es preocupante porque nunca termina de dar el salto de calidad que le hace falta para aspirar a algo más auspicioso. No logra elevar la vara. En Junín no tuvo ideas, fluidez, cambio de ritmo ni generación. Ni siquiera logró suplir la falta de fútbol con rebeldía o empuje.
Las estadísticas marcan que el Rojo lleva 12 partidos sin caer por la Liga, con cuatro victorias y ocho empates. Superó el invicto por torneo que había logrado con Ariel Holan en la Superliga 2016/17. Pero los números, despojados de contexto, no siempre expresan el clima de época. El aire que se respira en Avellaneda está viciado ante la falta de respuestas de un conjunto que ya hizo costumbre el defraudar a sus hinchas.
Y que además viene de quedar envuelto en un episodio evitable cuyos efectos perduran: el escándalo del yate, que derivó en la sanción interna a dos titulares como Pellegrino y Tarzia, quienes llevan dos partidos sin figurar entre los concentrados.
Con escasos recursos, Sarmiento logró complicar a Independiente. El equipo de Junín, que disputó su segundo partido bajó la conducción de Martín Funes, se animó a faltarle el respeto al Rojo. No achicó espacios hacia atrás, como solía hacer durante el ciclo de Israel Damonte, sino que apostó por una propuesta ofensiva. Y si no lo ganó fue porque Morales y Mónaco chocaron con los reflejos del arquero Rodrigo Rey.
El conjunto de Vaccari no tuvo creación. Loyola debió jugar de lateral por derecha ante la ausencia del suspendido Vera y, con el chileno en esa posición, Independiente perdió peso en la gestación. Mancuello fue quien intentó hacerse cargo de crear, también se animó a pisar el área y tuvo la chance más clara del equipo, pero en el complemento se quedó sin combustible y fue reemplazado. Los extremos, Montiel y Vallejo, estuvieron apagados y la pelota prácticamente no le llegó a Ávalos.
El Rojo no levanta vuelo porque hasta ahora ni siquiera mostró las alas. La falta de evolución es, en sí mismo, el principal síntoma de una involución muy preocupante.
En la fecha 21 el Rojo recibirá a Unión en el Libertadores de América, mientras que Sarmiento abrirá la jornada el lunes 4 de noviembre en Tucumán frente a Atlético.