Una mujer de 30 años fue detenida por la Policía Bonaerense, acusada de integrar un grupo delictivo junto a su hermana. Ambas mujeres, conocidas como «viudas negras», sedujeron a un hombre en un bar con la promesa de un encuentro íntimo en su casa, pero lo drogaron y le sustrajeron todos los fondos de sus cuentas bancarias. El episodio ocurrió en Quilmes Oeste.
El caso salió a la luz el pasado
21 de octubre, cuando un hombre de 45 años denunció haber sido víctima de un robo por parte de dos mujeres que acababa de conocer. La filmación de una cámara de seguridad en su domicilio resultó clave para identificar a las responsables.
Según la reconstrucción de los hechos, las sospechosas llevaron a su víctima a su hogar, donde, en un descuido,
le suministraron una sustancia que lo dejó inconsciente. Cuando el hombre recuperó el conocimiento, se dio cuenta de que le habían robado su celular, un iPhone 14 Pro Max.
Sin embargo, el teléfono móvil no era el único objetivo de las delincuentes. Aprovechando que lo habían sustraído,
realizaron transferencias bancarias desde sus cuentas y retiraron dinero en efectivo. La víctima entregó a las autoridades el material de video obtenido de las cámaras de su casa. Con estas imágenes, los efectivos de la Comisaría de Quilmes Oeste lograron identificar que
las mujeres escaparon en un remis que las llevó hasta un automóvil Volkswagen Gol de color gris. La patente del vehículo fue captada por las cámaras del Centro de Monitoreo.
Tras rastrear el recorrido del auto, los investigadores confirmaron que las acusadas
se detuvieron en una sucursal del Banco Santander Río para realizar varias extracciones de la cuenta de la víctima. Luego, huyeron hacia la Ciudad de Buenos Aires.
Después de semanas de investigación, la policía reunió las pruebas necesarias para llevar a cabo allanamientos en dos lugares específicos. D
urante uno de estos operativos, se logró la detención de una de las sospechosas en Villa Lugano, en el barrio conocido como Ciudad Oculta. Su cómplice, sin embargo, permanece prófuga.
El caso es llevado adelante por la fiscal Ximena Santoro, titular de la UFI 7 de Quilmes, y está caratulado como "robo simple en concurso real con defraudación informática".