El procesamiento abarca dos episodios específicos de violencia ocurridos en la Quinta de Olivos en 2021. El primero fue un golpe de puño en el ojo derecho de Yáñez entre la noche del 21 de junio y la madrugada del 22 de junio. El segundo, previo al 12 de agosto, cuando Fernández la sujetó fuertemente del brazo derecho, provocándole un hematoma. A esto se suman lesiones psicológicas y amenazas para que no lo denunciara.

El fallo del juez se basa en pruebas reunidas por el fiscal Ramiro González, que incluyen declaraciones, extracciones de imágenes del celular de la víctima, chats y fotografías de sus lesiones. Testimonios de testigos clave, como la secretaria de Fernández, reforzaron la acusación.

El expresidente intentó recusar al juez alegando enemistad, pero su pedido fue rechazado. En su defensa, argumentó que los mensajes fueron motivados por el enojo de Yáñez tras la difusión de la foto de la "fiesta de Olivos". El juez concluyó que la relación estuvo marcada por una dinámica de violencia de género y asimetría de poder, con un impacto psicológico en la víctima. También evaluó informes médicos que evidenciaron afecciones derivadas del vínculo de pareja

Según el juez, Fernández ejerció violencia psicológica constante, con hostigamientos, insultos y manipulación económica. Además, habría intentado coaccionar a Yáñez para que no lo denunciara, prometiéndole estabilidad económica y amenazándola con "arruinarla" si declaraba en su contra.
La investigación continuará con nuevas pericias y testimonios para determinar posibles penas y responsabilidades adicionales.