Cuando terminó el año pasado se había llevado los botines sin saber si iba a seguir en el club. Carlos Matheu venía de jugar poco en el semestre pasado y le habían aparecido ofertas. Sin embargo, las llegadas de Facundo Sava, Mariano Pavone y Emmanuel Culio le hicieron cambiar de parecer. El defensor habló de sus ganas de ver a un Quilmes protagonista y del trabajo que se viene haciendo.
"Estamos con mucha ilusión, se arrancó un semestre nuevo, si bien el torneo continúa, pero es una nueva etapa con desafíos importantes por delante. Genera mucha ilusión la llegada de jugadores de trayectoria y también de un entrenador de jerarquía, que ya ha estado en el club y lo conoce. Estamos trabajando para hacer un buen semestre, venimos de hacer un gran trabajo en Mar del Plata y nos vamos soltando con los amistosos. Al cuerpo técnico le gusta que el equipo tenga mucha intensidad, que trate bien la pelota. Es una pretemporada en la que hay que exigirse, e ir conociendo la idea de juego del técnico en los entrenamientos y el jugar de esta manera, que es distinta a la que veníamos haciendo".

- Terminaste el año pasado con ganas de irte. ¿Qué cambió?
- Por un lado, me siento mucho más considerado. En el semestre pasado me tocó estar en un lugar distinto del que por ahí me hubiese gustado estar. Sí aporté desde donde estuve, porque a esta edad entiendo cómo son algunas cosas, y de todos modos el semestre que pasó me sirvió también para conocer el club y demás. Tenía la oportunidad para irme a jugar a otro lugar, pero bueno, hablando con el entrenador y con la gente del club, me entusiasmó el proyecto, la llegada de jugadores importantes y que el club esté en ese nivel de jerarquía, que es por dónde tiene que caminar el proyecto. Estoy contento por eso y espero ganarme un lugar para poder jugar.

- ¿Es valioso también que se hayan sumado más muchachos de trayectoria?
- Seguro. Es importante para los chicos del club que hayan llegado jugadores de trayectoria, y que los ayudemos a crecer, para que el día de mañana eso también sea un crecimiento de la institución, para vender jugadores y que el club esté por encima de todo. Además la llegada de jugadores de jerarquía sirve para que a Quilmes se lo respete por lo que realmente es, un equipo importante que tiene que estar en otro lugar. Esperemos, con trabajo, ubicarlo en el lugar en el que se merece. Hay que apuntar a eso, nosotros somos Quilmes, en la divisional es uno de los clubes más grandes y todos los rivales nos tienen que tener respeto. Apuntamos a tratar de estar lo más alto posible, de ganarnos un lugar en el reducido. Por eso me quedé también, para cambiar un poco la cabeza del club de los últimos años, donde todo era pesimismo, negatividad y se le tenía miedo al descenso, hay que empezar a ser un equipo ganador, a conseguir cosas importantes. Es algo que se da paso a paso, no es de hoy para mañana, pero se construye. Eso también me motivó para quedarme.