A la incertidumbre por los contratados, se suma las 10 mil intimaciones a jubilarse que ordenó el ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger, hace unos meses. Según explicaron desde el gremio que nuclea a los estatales nacionales, el 70% de los intimados son personal de planta permanente.

“El Gobierno ya avanzó con casi 30.000 despidos. Es decir, si la amenaza retórica del Presidente se traslada a los hechos, serán muy pocos los contratos de ese universo de 50.000 que se terminan los que se renueven en 2025”, explicaron desde ATE.

En ese marco, Rodolfo Aguiar reclamó la renovación automática de todos los contratos y una recomposición salarial de emergencia. “El 31 de diciembre no puede existir un solo despido en el Estado. Se debe garantizar la continuidad de todos los contratos”, exigió el gremialista.

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Ante la incertidumbre, desde ATE advirtieron que, de no obtener respuestas, se podría convocar a medidas de fuerza con el objetivo de defender los puestos de trabajo. Incluso, desde el gremio adelantan un eventual paro sectorial para la primera quincena de enero.

Vale recordar que, la semana pasada, hubo 1388 cesantías en Trenes Argentinos, la compañía estatal en la que hay más de 30.000 empleados. También hubo 802 salidas en la ex AFIP, organismo en el que se había anunciado un recorte aún mucho mayor. Allí mantienen abierta una negociación el gremio del organismo, Aefip, a cargo de Pablo Flores, con las nuevas autoridades del organismo recaudador.

“En diversas áreas hay reducción de personal y pase a disponibilidad o se trata de organismos que se achican, se eliminan o se fusionan”, explicaron por su parte fuentes oficiales sobre los recortes en la planta pública.