El corte preventivo de electricidad que se registró en las manzanas de alrededor al incendio del edificio de Movistar, hizo que muchos comercios decidieran bajar tempranamente sus persianas, mientras que otros prendieron los grupos electrógenos.
El ensordecedor ruido de los generadores de electricidad, multiplicado por una decena, imprimía a la peatonal Rivadavia una cuota extra de sonoridad muy adecuada al clima de inquietud que había en la zona del microcentro.