Estos se vienen a sumar a otros 30 que fueron cesanteados en septiembre del año pasado, y otros 30 en junio último. En total, 90 familias se quedaron sin trabajo en el último año.

Los trabajadores expresaron su malestar a las puertas de la fábrica de medicamentos, ya que aseguran que no fueron notificados con antelación de las cesantías, y que tras las últimas suspensiones, la patronal se habría comprometido a que no hubiera más despidos.