No es un nombre más en la lista de fallecidos, es una historia de vida truncada por el COVID-19.

Junto al director ejecutivo Dr. Ariel Sáez de Guinoa, la directora nacional de Enfermería, María Donatila Gómez Marquisio, la directora de enfermería Mg. Patricia Roussel, los directores asociados, y compañeros de trabajo:

Hoy en homenaje a Edgar, realizamos en los jardines del Hospital Regional El Cruce un encuentro. Decimos ‘encuentro’ porque unimos nuestras fuerzas y energías para seguir, así también para transmitirlas a su familia.

Un enfermero que perdimos en la batalla contra el COVID-19, no. Es mucho más, es una historia de vida. La enfermedad se llevó la intensa vida a un compañero muy jovial y divertido, capaz de adaptarse a todo. Un gran acompañante en el crecimiento profesional para los ingresantes y de apoyo para todos en general. Presto a plantear y afianzar los conocimientos con sus colegas. Su vocación estaba por encima de todo... Así lo recuerdan sus compañeros más cercanos del hospital.

Edgar Munguía López trabajaba desde el 5 de agosto de 2009, con reconocida experiencia en recuperación cardiovascular, aunque su universo eran cuidados intensivos. Estaba en el turno de sábados, domingos y feriados en el Servicio de Unidad Coronaria (UCO) en el Hospital Regional El Cruce, mientras que de lunes a viernes trabajaba en La Plata.

Desde el inicio de la crisis mundial por la pandemia y especialmente desde que se decretó el estado de alarma en Argentina, tuvimos la certeza de que estábamos viviendo un hecho histórico.

Su nombre se suma a la lista de profesionales fallecidos por cumplir con su deber y hacer su trabajo en primera línea luchando contra el coronavirus. Gracias a su trabajo y al de todos los que siguen vamos a vencer en esta batalla y el triunfo de la salud sobre la enfermedad, de recuperar una vida social digna y plena, estará dedicado a enfermeros como Edgar, a quien jamás olvidaremos.