El gol de los colombianos fue a los 20 minutos del primer tiempo a través de Borja. River lo empató a los 46 del segundo tiempo con un cabezazo de Paulo Díaz luego de un córner.
En medio de algunos incidentes fuera del estadio, un River alternativo rescató un empate ante Junior por la Copa Libertadores. Paulo Díaz de cabeza, sobre el final, anotó el 1-1 que salvó el invicto del Millonario en el Grupo D. Borja había puesto en ventaja a los colombianos.
En el estadio Romelio Martínez de Barranquilla, Junior y River Plate igualaron 1-1 por el Grupo D de la Copa Libertadores. El duelo se dio en medio de un clima especial, dado que en los alrededores del escenario se registran incidentes, a raíz de la convulsión social que vive Colombia en las últimas semanas, al punto que el cotejo tuvo que suspenderse unos instantes a los 23 minutos del primer tiempo porque los futbolistas se vieron afectados por los gases lacrimógenos.
Una vez más, priorizando el orden local, Gallardo apostó a una formación alternativa, que sufrió las transiciones rápidas de un Junior que, como en el cruce en el Monumental, enfocó sus ataques en las lanzas por afuera, a espaldas de los carrileros. El 3-4-3 dispuesto por el Muñeco buscó un juego más directo, con menos elaboración. Álvarez fue el delantero que más retrocedió y el doble 9 resultó una tentación para los centros desde los costados.
Pero excepto por un remate de Girotti por encima del travesaño, Junior fue mucho más incisivo. Con Borja sin brindar referencias y como un problema sin solución, el ex Olimpo de Bahía Blanca abrió el marcador a los 19 minutos, tras una contra veloz en tres toques, luego de una pérdida millonaria en el borde del área contraria.
River mostró una imagen poco común: inconexo, con descoordinaciones defensivas, superado. Sobre el epílogo de la primera parte, Hinestroza, a partir de un remate potente, casi pone el 2-0, pero lo impidió Armani.
Disconforme con lo presentado en los primeros 45 minutos, Gallardo intentó reconstruir el mediocampo del que prescindió. Así, hizo ingresar a Palavecino y Carrascal (dos hombres de elaboración y armado) por Vigo y Álvarez. Al mismo tiempo, pasó a un esquema de cuatro defensores.
A los 8′, la Banda tuvo su mejor oportunidad: tras una pelota parada, Zuculini se llevó puesto el balón en el área y el arquero Viera salvó providencialmente. El DT ganó profundidad con otras dos modificaciones: saltaron a la cancha Borré y Suárez.
Y el ex Belgrano, aún falto de ritmo tras el parate por haber sido contacto estrecho de un caso de coronavirus, inquietó con sus arranques. Al menos le sirvió para insuflarle miedo a Juniors, que comenzó a cuidarse más. Un ejemplo: dejó de salir de abajo desde el fondo.
Así, al menos, River reconstruyó su imagen. Y terminó capturando un punto sobre el final, con el córner de Angileri y el cabezazo perfecto de Paulo Díaz. El Millonario salvó el invicto y quedó segundo en la zona, con seis puntos, dos menos que el líder Fluminense y tres más que su rival de hoy, que podía haberlo dejado tercero si sostenía la victoria. La prueba de lo importante que fue el grito del chileno.