El conjunto cervecero derrotó en la tarde de ayer como local a Guillermo Brown de Puerto Madryn por 6 a 0, en el partido correspondiente a la decimonovena y última fecha de la primera rueda de la B Nacional. Los dirigidos por Ricardo Caruso Lombardi golpearon en los momentos justos y fueron efectivos. Fernando Telechea hizo cuatro goles.
Si bien muchos esperaban un buen arranque de año para Quilmes, muy pocos imaginaban una goleada como la que ayer se dio. El Cervecero aplastó a Guillermo Brown de Puerto Madryn goleando 6 a 0, la segunda vez que se da este resultado en el Estadio Centenario. Cuatro tantos de Fernando Telechea, uno de Martín Cauteruccio y el restante de Jacobo Mansilla le dieron tres puntos muy importantes al equipo, que culmina así la primera rueda del campeonato con treinta y tres unidades, una cantidad más que importante.
El partido comenzó con Guillermo Brown esperando, cerrado con dos líneas de cuatro, y con Quilmes intentando vulnerarlo por los costados. Leandro Díaz llegaba al fondo una y otra vez por derecha y Jacobo Mansilla hacía lo propio por la izquierda, y así, desnudaban las falencias de la defensa visitante en los laterales. Y en la primera llegada, se abrió el marcador. Iban 3 minutos: centro pasado de Miguel Caneo desde la izquierda, apareció por atrás Díaz para meter la pelota al medio con un centro bajo y Fernando Telechea, abajo del arco, empujó para poner el 1 a 0. Quilmes ganaba en su primer ataque, abría el partido y obligaba a su rival a salir. Brown comenzó a adelantarse en el campo, y de ratos, complicó al Cervecero. A los 10 minutos lo tuvo Juan Tévez, que tras una maniobra individual, remató entrando al área y tapó bien Emanuel Trípodi. Quilmes contestó con un remate de Jacobo Mansilla que el arquero Sebastián Pereyra desvió al corner. Y volvió a llegar la visita, con un tiro libre de Walter García, y Mansilla sacó la pelota sobre la línea de cabeza. El local se acercaba cada vez más y había olor a empate. Pero cuando peor la pasaba, Quilmes convirtió el segundo. Iban 35 minutos, Mansilla recibió de espaldas en el área por la derecha, con el arquero saliendo. El volante giró, enganchó y sin ángulo clavó la pelota en el ángulo derecho. Golazo y 2 a 0. El gol descomprimió la situación del partido, le bajó los ánimos a Brown y le dio tranquilidad a Quilmes, que llegó una vez más con un mano a mano de Martín Cauteruccio, que tapó bien Pereyra. Esa fue la última. El Cervecero se fue al descanso ganando bien, con efectividad y haciendo valer la categoría de sus individualidades.
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