No iba a ser un partido fácil. No tanto por el rival al que se enfrentaba, que era el peor del campeonato, sino por el contexto. Quilmes llegaba al encuentro ante Chacarita precedido de dos derrotas consecutivas y con un estadio que iba a pedir a gritos el segundo gol antes del primero. La ansiedad y la impaciencia por momentos ganaron la pulseada, la visita lo aprovechó y de a ratos fue más que El Cervecero, que pese a todo lo pudo ganar gracias al gol de penal de Miguel Caneo y ahora quedó a cuatro puntos del ascenso directo.

El partido comenzó con Quilmes yendo a buscar, con la obligación de volver al triunfo. Si bien tenía un poco más la pelota, no era claro y llegaba poco. La primera jugada de riesgo la tuvo a los 9 minutos, cuando Miguel Caneo recibió una buena habilitación, quedó mano a mano con el arquero Nicolás Tauber y el uno tapó bien. Chacarita contestó con un tiro libre cerrado desde la izquierda de Franco Dolci, y la pelota pegó en el ángulo izquierdo. Con el correr de los minutos, Chacarita comenzó a salir, presionó, recuperó y de a ratos manejó bien la pelota. Cuando el partido era parejo y estaba para cualquiera, llegó el gol cervecero. Claudio Corvalán se proyectó en ofensiva y cuando entraba al área por la izquierda fue derribado por Matías Zaldivia: penal. A los 31 minutos Caneo lo cambió por gol y puso el 1 a 0. El Cervecero ganaba en un partido que era muy equilibrado. Los minutos fueron pasando y si bien la visita no llegaba, manejaba mejor la pelota. Quilmes, más allá del gol, seguía inconexo, los delanteros participaban poco y los volantes encargados de generar fútbol no aparecían. Así se fue la primera etapa.

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