El desafío era doble. Poder volver a sumar de a tres ante un rival golpeado como en la fecha pasada, pero además, revertir la imagen que quedó del encuentro ante Chacarita y volver a ser el equipo que supo ser. Y Quilmes lo hizo. Porque fue a San Juan, fue protagonista, impuso su juego, fue contundente y goleó 3 a 0 a Sportivo Desamparados. El equipo mostró personalidad, actitud, y se reencontró con su fútbol. Además, casi no pasó sobresaltos salvo en algún momento y volvió a mantener el arco en cero. Triunfo importantísimo.
El partido comenzó con un Quilmes que intentaba ser protagonista, manejando la pelota en campo rival. Y a los 7 minutos llegó, con un tiro libre en forma de centro de Jacobo Mansilla, cabeceó Sebastián Martínez y la pelota se fue muy cerca. El Cervecero manejaba bien la pelota, era dominador, presionaba y no dejaba mover a su rival, pero no llegaba con claridad. Pero a los 26, Martín Cauteruccio tocó para Miguel Caneo, que enganchó en el área, lo derribó Hernán Lamberti y el árbitro sancionó penal. El mismo Caneo lo convirtió y Quilmes pasó a ganar 1 a 0 cuando era más. Más allá de estar ganando, El Cervecero no retrocedió y siguió manejando el partido, aunque de a ratos el local reaccionaba y trataba de ir, pero sin ideas. Tuvo la primera a los 40, con un tiro libre directo de David Drocco, pero Emanuel Trípodi tapó muy bien y mandó la pelota al corner. Desamparados terminó arrinconando al Cervecero en los últimos minutos pero sin fortuna, y en un contraataque, Quilmes anotó el segundo. Iban 47 minutos, Leandro Díaz desde la derecha habilitó muy bien a Martín Cauteruccio y lo dejó solo, la defensa se durmió, el uruguayo definió de media vuelta contra un palo y puso el 2 a 0. La primera etapa se fue con una victoria merecida de Quilmes, porque fue el más claro con la pelota y el dominador en gran parte del encuentro.


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