El Cervecero cayó anoche por 2 a 1 como local ante Arsenal de Sarandí, por la decimoséptima fecha del Torneo Inicial 2012 de Primera División.
En la primera etapa la visita acertó en una contra y en una pelota parada para ponerse en ventaja, aunque Quilmes descontó. En la segunda mitad los de Omar De Felippe fueron a buscar sin ideas y no pudieron empatarlo.
Era un partido complicado, duro, de esos que siempre molestan. Claro, Arsenal, el último campeón del fútbol argentino, es un equipo con oficio, con experiencia, que especula y que trabaja bien los partidos. Y Quilmes llegaba a este encuentro con urgencias, en zona de descenso y luego de dos derrotas consecutivas. Y esa desesperación, el equipo de Sarandí la aprovechó y así sacó su ventaja. El Cervecero se volvió a mostrar desordenado, impreciso y sin peso en ataque.
El encuentro comenzó con Quilmes saliendo a ser protagonista y con Arsenal esperando y tratando de jugar de contraataque, fiel a su estilo. Sin embargo, la idea del Cervecero era tirarle pelotazos a los delanteros, que varias veces complicaban a la defensa visitante, pero sin generar demasiado peligro.
A los 7 minutos tuvieron la primera, cuando Ernesto Goñi metió un pelotazo para Martín Cauteruccio, que se fue mano a mano, tocó sobre la salida del arquero Cristian Campestrini y la pelota se fue apenas afuera.
A los 20, Quilmes tuvo otra, cuando Cauteruccio remató, la pelota se desvió, Facundo Diz cabeceó con el arquero adelantado pero Campestrini manoteó la pelota por arriba del travesaño. Quilmes iba con todo y Arsenal esperaba su momento para contraatacar, y cuando lo tuvo, abrió el marcador.
Iban 21 minutos cuando en un centro al área visitante hubo un agarrón a Diz en el área, algunos se quedaron protestando el penal no cobrado pero la visita salió rápido de contra. Juan Pablo Caffa habilitó a Jorge Ortiz que, mano a mano con Emanuel Trípodi, definió con un toque suave para el 1 a 0.
Quilmes no se pudo levantar del golpe, porque a los 23 llegó el segundo. Tiro de esquina de la izquierda, cabezazo de Diego Braghieri en el segundo palo ganándole a Cristian Lema y adentro: 2 a 0. El segundo tanto fue un golpe de nocaut para Quilmes, que por un rato estuvo impreciso, errático y al borde de la goleada.
Pero se a poco comenzó a ir a buscar con más decisión, y a los 43 descontó: Jacobo Mansilla metió un centro desde la izquierda, Braghieri levantó la pierna y le desvió la pelota a Campestrini que salía, y le quedó a Diz, que abajo del arco la empujó para el 1 - 2. Con el gol y la esperanza se iba la primera etapa.
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