Según testigos el herido llegó al hospital en una moto Suzuki blanca escapando de dos atacantes y pidiendo auxilio a los gritos. En ese momento, un guardia de seguridad salió a defenderlo y arrancó una balacera con los delincuentes que iban a bordo de una moto. “El de adelante manejaba y el de atrás disparaba”, explicaron.
En ese momento el oficial, Jonathan Molina, recibió un disparo que le atravesó el antebrazo izquierdo y los ladrones se dieron a la fuga. Al enfrentamiento se sumaron dos efectivos más de la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Quilmes, identificados como Darío Maximiliano López y Jesica Escalante, quienes efectuaron varios disparos hacia los ladrones, que se dieron a la fuga en dirección hacia el este.
De acuerdo con la información brindada por las autoridades del hospital, ubicado en la intersección de las calles Allison Bell y Uriburu, tanto el policía como el vecino están fuera de peligro. Este último, según sus allegados, tiene obra social y en breve será trasladado a otra clínica.
De acuerdo con el relato de la víctima, el episodio sucedió cuando se dirigía a su domicilio y los ladrones intentaron robarle la moto. Como no pudieron, le dispararon en la pierna. Asustado, el hombre aceleró hasta llegar al hospital (que estaba a pocas cuadras) y pidió auxilio.
La causa está caratulada como “Tentativa de robo y abuso de armas” e interviene UFIJ N° 7 a cargo de la Dra. Santoro. Tras el episodio, el oficial Molina fue ovacionado por sus compañeros y personal de salud del hospital.
Por su parte, tras el grave incidente, los trabajadores del nosocomio expresaron su malestar por la inseguridad y evaluaron tomar medidas de fuerza.